viernes, 7 de noviembre de 2008

Se solicita profeta

Apolo, dios de la luz e hijo de Zeus y Latona, se asentó en el famoso santuario de Delfos tras haber dado muerte a la serpiente Pitón y allí estableció su principal oráculo, donde la “giraba” de dios de la adivinación y la mántica. Deberíamos preguntar al oráculo más célebre de la historia cómo es que durante las últimas semanas los mexicanos hemos recibido con disgusto (si no me equivoco o viene otro aumento mientras se publica escritillo) el “GASOLINAZO NÚMERO 26” durante lo que va del año. Esto resulta un verdadero reto para cualquier persona con uso de razón, incluso para el fabuloso oráculo, pues los precios del petróleo, y por lo tanto, de sus derivados, han bajado en los Estados Unidos y el resto del mundo en casi un cincuenta por ciento. Que alguien me explique, pues en Houston, Texas, se compra hoy un galón de gasolina por poco menos de tres dólares, cuando hace algunos días por el mismo galón se pagaban poco más de cuatro dólares. Los mexicanos recibimos todos los días dolorosas noticias, y es que ya sólo nos queda atenernos a algún arte mágico o adivinatorio para poder saber lo que nos depara el destino… aunque siempre nos quedará la posibilidad de ponernos a llorar si lo anterior falla.

Oímos durante todo el día, en todas las emisoras de radio y televisión del país que la economía está blindada… ¡Que no debemos temer, que sólo Judas temió!… que el Gobierno Federal trabaja, que la crisis no será mas que un simple catarro para México y que con una pastillita de propóleo todo estará arreglado… Amable y desocupado lector, enfrentamos hasta el momento una devaluación de cuarenta por ciento de nuestra moneda, o sea, todos ganamos el mismo sueldo y cada vez satisfacemos menos nuestras necesidades (también nuestros gustos). Si usted es rico o pobre, deje de leer, pues esto no le afecta casi nada. Si usted se ubica dentro de la clase media, entonces prepárese, porque ahora va a tener que apretar más una mano sujetando al pobre que se hunde como en arena movediza, y con la otra apoyar más firmemente la plataforma en que sostiene al rico. ¡Todo depende de usted!... ¿Me regala una monedita?

La decepción, la interrogante de los mexicanos hacia las declaraciones de Calderón es una sola, pero inmensa ¿Por qué, omnipotente Apolo? ¿Por qué nos dicen que avanzamos en materia de seguridad pública cuando tenemos ciudades empapadas de sangre? ¿Por qué nos dicen que tenemos estabilidad económica cuando nuestros ahorros, pensiones e inversiones valen cada día menos? ¿Por qué nos dicen que los salarios han subido más que la inflación si con nuestro ingreso compramos menos que ayer y, por qué el Secretario del Trabajo peca de sincero al informar que nos olvidemos de los aumentos de salario el próximo año? ¡Apolo no responde! ¡Se solicita profeta!

Pero mire, no se alarme, no es para tanto… en la última edición de la revista “Día Siete” se publicó un artículo sobre “Cocina Mexicana para Días de Crisis”… no se preocupe… no se va a quedar usted sin comer, y a fin de cuentas, parafraseando a Don Francisco de Quevedo, no hay que comer, pues “comer es matar el hambre” ¡Matar es pecado y además un delito que dicen, aunque no lo crea, que se castiga con cárcel!... a menos de que usted se dedique a los redituables oficios de sicario, narcotraficante, secuestrador, burócrata de alto nivel o cualquier actividad lícita o ilícita similar que implique matar… el hambre… sin temer ni recibir castigo alguno. “Vivir mejor: Gobierno Federal”, o sea… ¡Trabaje ahí! ¡Los “viáticos” corren a cuenta del erario público! …

P.S. Los “viáticos” también incluyen gasolina.

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